El branding emocional trata de dejarnos una huella en el corazón, por eso utiliza recursos como la sorpresa, el humor, el miedo, la ternura… etc… Muchas empresas quieren hacer branding emocional apelando únicamente al término,  parece que con poner la palabra «emoción»  o «alegría», o «sensación» ya estás haciendo branding emocional, y no es así… Por ejemplo: motion and emotion (Peugeot). El branding emocional no se trata de lo que dices, sino de lo que haces sentir.

Hoy os quiero traer el ejemplo de Milka y  una acción que para mí reúne todo lo que tiene que tener una campaña de branding emocional: es sorprendente, provoca nuestra curiosidad, crea marca, es memorable, se asocia el producto con la promesa de marca (atrévete a ser tierno)… En fin, que no sólo es una idea brillante, sino que es una auténtica estrategia de marca.

Los creadores son la agencia Buzzman y forma parte de una campaña global de la marca: «La última barra», donde se enfatiza que la última pieza de chocolate es la que más disfrutas y la que más te gusta.

¿qué opináis?